jueves, 8 de octubre de 2009

A Jaime Sabines


Sabines es el amante de mis amantes,

Amantes de otoño.

Él es el culpable,

de un par de mis llantos,

ni su acento

ni su alfabeto comprendo.

Pero su tiple y su voz me sugieren,

su tinta no se disculpa,

ni reverencia a figura cotidiana

su tilde no se opaca o desvanece

Él es grande y seductor,

él cuenta con algo que yo no,

para encantar a los hombres

a los que me gusta enamorar.

Sabines no es indulgente

ante las de mala reputación,

o los ojos fálicos.

Sabines es un señor que no conozco,

pero cuyo aliento

ha dejado mi habitación

impregnada de escenas oníricas,

recovecos de ansiedad en mis senos,

ese hombre que no deja de ser niño,

y por ende de

ser

fascinante.

1 comentario:

  1. Grande Sabina, las letras que brotaron de su pluma son el jarabe favorito de muchos enamorados.
    Felicidades señorita, este espacio luce tan radiante como tu sonrisa, seguro que las letras vertidas serán del placer de muchos y muchas.
    Tardes de prisas y vientos de Octubre. Ya me conoces, mis letras sin textura y con colores azules, de los aromas ni hablemos, esos los descubriremos en los cuerpos.

    Algo de Sabina para aderezar el motivo:

    "Yo nací para entrarte.
    Soy la flecha en el lomo de la gacela agonizante.
    Por conocerte estoy,
    grano de angustia en corazón de ave.
    Yo estaré sobre ti, y todas las mujeres
    tendrán un hombre encima en todas partes."

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